jueves, 1 de noviembre de 2012

Huerto. Queremos lo natural.

Hoy vamos a hablar de los huertos. Y no sólo de esos huertos que tienen todos los vecinos en nuestros pueblos... vecinos que hacen que a la vuelta a casa vayamos en el coche como sardinas enlatadas, y que surten a nuestras madres con todo tipo de verduras, frutas, hortalizas y demás vegetales, como si no hubiese mañana.



Hasta hace un tiempo esos eran los únicos huertos que existían, los de los pueblos o campos/parcelas/chalés... pero hoy día se han dado una serie de circunstancias que han hecho evolucionar este fenómeno, surgiendo así los huertos urbanos o incluso los huertos sociales, estos últimos quizá menos menos conocidos.




El número de amantes de lo natural va en aumento, ya no nos conformamos con ir a la frutería o al supermercado a comprar, "¡A saber de donde viene eso!". Por lo que muchos ciudadanos han decidido montar su huerto urbano, propio huerto en casa, en maceteros en las terrazas, en los balcones, ¡como sea! Pero ellos quieren saber lo que comen, es mucho más económico y satisfactorio, ¡qué más podemos pedir!



Hablando de la economía... la crisis, uno de los factores del surgimiento de los huertos sociales. Esta idea está teniendo mucho éxito en España. Los ayuntamientos ponen a disposición de los vecinos terreno para que estos puedan cultivar sus productos de forma sostenible, además consiguen así que se acerquen a la naturaleza y que esos productos sirvan para el abastecimiento familiar. Esta práctica además ayuda a las familias a llegar a fin de mes con más soltura.



"Tener tu propio huerto es algo muy satisfactorio", nos contaba nuestra amiga María. Ella con 21 años lleva ya varios veranos encargándose de no tener que ir casi hasta noviembre a comprar ni tomates, ni pimientos, ni cebollas... "Aprendes a valorar esos productos que tanto te ha costado conseguir y además están mucho más ricos que los que compras", seguía diciéndonos. Algunas imágenes de su huerto:


     


Ya lo veis, es una práctica a la que hay que ponerle ganas pero a su vez es muy productiva. Muy buena oportunidad para alejarse un poquito del agobio de las actividades rutinarias de cada día y acercarse a la naturaleza. Si tu también tienes tu huerto o quieres contarnos alguna experiencia parecida, ¡¡¡¿A qué esperas?!!!

Y siempre... Smile Me.

1 comentario:

  1. A mi me encantaría tener en mi piso un balcón para poder plantar mis tomates :)

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